enfrio

En caliente

Son tres las variables de la ecuación: molienda, temperatura del agua y tiempo. Si la receta y su elaboración son correctas, el café resultante será delicioso.

Mantener constante la temperatura es primordial. Si no lo conseguimos, surgirán discrepancias inesperadas en el sabor.

Cambiar el agua del grifo por agua mineral embotellada es un gran paso. El siguiente escalón es elaborar nuestras recetas con agua "construida" específicamente para hacer café. Luego, es normal querer ahorrar hasta la última gota si pretendemos estirar la inversión hasta el último céntimo.

Dicho esto, los hervidores cuentan con marcas de llenado mínimo a partir del cual garantizan que la temperatura es la que le indicamos. Querer apurar ese nivel mínimo puede desembocar en lecturas falsas o, peor aún: que durante el vertido, el agua se enfríe y el hervidor emplee tiempo que no tenemos en calentarla de nuevo.

Por ese motivo, aunque duela, que ahorrar agua no nos amargue el café.

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